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domingo, 12 de diciembre de 2010

Celebración de la Rueda Anual de la Vida. Visión Ontoenergética. Ontoenenrgética del Invierno.

Celebración de la Rueda Anual de la Vida. Visión Ontoenergética.

Ontoenergética del Invierno


Rueda de Ontoenergética

Desde el punto de vista ontológico esta estación tiene importantes aspectos relacionados con la salud. Se aplica tanto Yule como a Imbolc.

Desde la Rueda Medicinal la energía Cósmica (radiación solar principalmente) nos llega en mínima cantidad y la vida se contrae. Y desde el punto de vista del individuo orgánico su vitalidad también se contrae.

Así tenemos que el Invierno tiene que ver con:

Desde Rueda de Medicina con la Dirección Norte. Color Blanco. Elemento Aire.
Desde corrientes vibratórias con la Dirección Norte. Color Negro. Elemento Agua.

En la Naturaleza aparece una distribución del frío por medio del aire produciendo hielo y nieve con lo cual se hace muy dificil la manifestación de la vida; por ello el invierno se asocia con la Tierra es su aspecto estéril, improductivo, oculta bajo el frío, el hielo y la nieve.



         El ambiente exterior con muy poca energía calorífica y poca luz (frío, oscuridad). Para el organismo es una situación predominantemente contractiva, el frío exterior amenaza al organismo y éste se contrae protegiéndose. La consciencia busca con qué abrigar al cuerpo y suministrarle calor.
         Es, pues, la estación del desafío, de poner a prueba la fortaleza y resistencia orgánica. El viento, el aire en movimiento nos trae el frío y incluso hiela, congela el agua y letarga la vida. El instinto de supervivencia está en su apogeo en el aspecto individual. Es pues una estación que da temple, que pone a prueba el poder personal, la presencia y el mostrarse.
         Son los órganos relacionados con el estrés biológico los relacionados: El sistema neurovegetativo está activo y se estimula el ramal simpático, de alerta, de protección y defensa; las glándulas suprarrenales actúan en consecuencia juntamente con los riñones y la vejiga. Al conjunto de riñones y suprarrenales se le llama “Centro de la acción sostenida”, porque tiene que ver con la determinación y la asertividad.
         El color blanco nos recuerda la nieve y el hielo y refleja la luz solar que nos puede llegar. El organismo pide actitudes y suministros altamente energéticos (colores oscuros que absorben el máximo de calor del espectro luminoso), alimentos con gran carga energética capaces de calentar el sistema (aquellos vegetales que sus partes comestibles se encuentran en bulbos, tubérculos y raíces con el máximo de expansión bajo tierra y mínima expansión sobre su superficie; y carnes, más energéticas cuanto más rojas sean.
         La emoción asociada es el MIEDO. Vivir es un desafío, el desafío es parte de lo imprevisible e incontrolable, es el aspecto de lo desconocido. El elemento AIRE recoge este contexto propio del guerrero y el compromiso existencial con la propia vida y ser.
         La prudencia y cautela son aspectos positivos del temor que tienen que ver con la conciencia de las propias limitaciones físicas, emotivas, cognitivas y espirituales.
         La valentía forma parte del contexto en el sentido que permite canalizar esta excitación existencial dándole asentamiento impecable gracias al arraigo con la Tierra; y así reaccionar apropiadamente. Más que con la voluntad (fuerza del pensamiento) tiene que ver con la convicción y el manejo del intento. El Centro de la Acción Sostenida engloba el contexto energético de esta zona constituido por las glándulas suprarrenales en primera instancia, relacionadas con lo hormonal y seguidamente con los riñones como órgano de filtraje y limpieza interior y con la vejiga, donde se acumula y desde la que se expulsa la orina (líquido con sales desechables junto a múltiples sustancias nocivas para el organismo) y por ello debe excretarse. Todo este conjunto de órganos representan el manejo del vigor o poder personal expresándose al exterior; por ello las deficiencias energéticas en ellos, por sobrecarga llevarán a la temerosidad y la disminución de su energía; a una timidez excesiva.
         El Miedo lleva a la manifestación del falso contacto con la propia verdad (el vidente interno, el Este); contrarresta o solapa la emoción del Amor (sanador interior, Sur) produciendo odio; y es contrarrestado por el desapego (maestro interior, sabiduría, maestría interior, Oeste).

Aire/Agua del Norte. Órganos asociados: Suprarrenales, riñones, vejiga, gónadas y genitales.

         La tierra está inactiva, la naturaleza aletargada, el agua helada, hay poca luz y no calienta lo suficiente, lo único activo es el aire moviéndose como viento envolviéndolo todo con su actividad. He aquí el poder del aire en invierno. La vida está en potencia, dispuesta a manifestarse. Nada ayuda, nada facilita la vida, tan sólo los recursos propios la mantienen, por ello el elemento aire representa el desafío, el reto de la vida, la voluntad y la fuerza de vivir tanto a nivel individual como de especie,  y es donde el poder de especie se funde con lo individual a través de la reproducción, ese gran misterio de la vida. Y es justamente aquí cuando el río vibracional del agua reúne esa información y la hace fluir. Así es soporte vital para equilibrar el desafío del mundo exterior frío y hostil, es el agua que reúne en su fluidez el calor y las condiciones de vida. Así el aire pone las condiciones, pero  la fuerza creadora interior se halla en el agua orgánica y proporciona la voluntad de ser y de crear.

         La fuerza vital que se transmite de los progenitores a sus descendientes (fuerza vital prenatal) se sitúa en el ámbito humano en el conjunto energético constituido por los órganos riñones, suprarrenales, vejiga y órganos genitales con sus redes nerviosas vegetativas. Los riñones con las suprarrenales y las gónadas son los órganos expansivos, la vejiga y los genitales son los órganos contractivos. Los primeros producen actividad fisiológica, los segundos aprietan para expulsarla.
         Esta esencia energética vital forma el “núcleo” del cuerpo-mente y contiene la información del programa genético necesario para la concepción y una nueva vida, que se desarrolla en un medio acuático (liquido amniótico).
         La fuerza vital proporciona la voluntad de ser (existir) y la voluntad de crear (intento). Así, este sistema regido bajo la influencia de este “conjunto energético” alberga la voluntad del cuerpo-mente. Por eso este conjunto de órganos se le llama “Centro de la acción sostenida”. Este intento de ser proporciona el instinto para sobrevivir y el impulso para procrear. El desafío consiste en templar el intento de sobrevivir con todos los recursos, porque en la condición cruda invernal, el intento de existir se siente amenazado o cuestionado y de ello emerge el temor o miedo dentro del psiquismo.
         Cuando el intento de vivir es fuerte, estamos investidos de auto confianza, de presencia y de una fe innata en lo que la vida aportará. El centro energético de este intento de vivir está situado profundamente en el “Hara” de los orientales o “Puerta de la vitalidad” o “Centro del Ombligo”, la fuente de nuestra fuerza y estabilidad. Esta misma energía, cuando no se dispone a proteger el intento de vida, se desplaza al intento de garantizar la supervivencia de la especie a través de la procreación, que implica transmitir la información de los progenitores adecuada al ambiente, lo que permite evolucionar. Todo ello bajo el dominio de la Tierra y su poder de enraizarnos con nuestra naturaleza.


Funciones de sistema de órganos Aire/Agua del Norte:

         El conjunto energético de órganos expansivos tiene la función de almacenar la energía vital que, a su vez, gobierna los procesos del nacimiento, crecimiento, reproducción y desarrollo. Esta energía vital cifrada en cromosomas y genes establece el plan para cada individuo, el trabajo de la fuerza vital de este “sistema” es mantener este plan contra diversas influencias ambientales y patogénicas. Así, esto asegura la integridad y la cohesión del individuo.
         Esta fuerza vital de vida (FVV) se manifiesta a lo largo del tiempo a través del proceso de crecimiento físico y mental. Los problemas relacionados con la energía vital pueden dar lugar a un retraso en el desarrollo y a un envejecimiento prematuro. Puesto que la energía vital proporciona la base para el desarrollo sexual, la esterilidad o la falta de vigor sexual pueden darse también.
         Un declive natural y armonioso es tanto una expresión de la bioenergía saludable como lo es un crecimiento y un desarrollo normal en los niños. Si una persona expresa su fuerza vital espontáneamente en su conducirse en la vida conectando con su integridad, intuición y sentido común, sin la imposición del ego y su importancia personal, ahorrará energía vital y ésta disminuirá lentamente. La persona íntegra se adapta a su declive porque atiende a sus sensaciones y lenguaje interior que le permite el  uso optimo de su energía vital, manteniendo así la vitalidad.

         Otra función de este “sistema” estrechamente relacionada con la primera: la información da el plan de existencia, del mismo modo inyecta fuerza energética al esqueleto, mantiene la médula de los huesos y el sistema nervioso al completo. No es de extrañar la gran semejanza que hay entre el líquido cefalorraquídeo y el líquido seminal (excluyendo evidentemente los espermatozoides). La médula ósea, el sistema linfático y el conjunto del sistema nervioso, al formar parte de la esencia de la fuerza vital es de naturaleza fundamentalmente negativa, terrestre; y dentro del contexto del sistema nervioso, se alberga una polaridad energética entre la conducción nerviosa que es fundamentalmente negativa, telúrica y la consciencia o mente, en los orientales “shen”, que es más positiva, cósmica..
         Una tercera función directamente asociada a los riñones es el drenaje de los líquidos corporales en sangre, siendo responsable de la excreción de los líquidos corporales con sustancias químicas de deshecho. Cuando la contracción del riñón es deficiente, la puerta está demasiado abierta, provocando una orina copiosa y clara. Cuando la expansión del riñón es deficiente, la puerta está demasiado cerrada, produciendo una orina escasa y oscura. Esta función de los riñones pone de relieve su estrecha relación con el “sistema de los pulmones” (Aire interior). Veremos que el “sistema energético de los pulmones” impulsa hacia abajo el vigor vibracional después de la inspiración,  lo que llamábamos “A+”: los riñones sujetan y anclan esta energía “A+”. Si la expansión del riñón se vuelve deficiente, y esta función de debilita, esta fuerza vibracional quedará atrapada en el pecho y puede desarrollar asma.
         Señalemos dos aspectos más relacionados con el “sistema Aire/agua”. Primero, el vigor vibracional de origen renal es necesario para que los oídos funcionen bien. Los problemas relacionados con el sentido del oído, tales como tinnitus (zumbido en el oído), pueden estar relacionados con la debilidad con el “sistema Aire/agua”, de aquí la expresión y la creencia de que cuando “pitan” los oídos es que alguien piensa o habla mal de ti. El segundo y último aspecto relacionado con el “sistema Aire/agua” es su influjo en el cabello. Un cabello abundante y brillante refleja una energía vital renal buena; el cabello delgado, quebradizo y que se va volviendo gris puede indicar que la fuerza vital se está debilitando.
         Este sistema nutre y refuerza los huesos.

         La vejiga almacena los líquidos drenados por los riñones para luego poder ser excretados. El riñón recibe los líquidos impuros procedentes de los intestinos y del metabolismo general y los transforma en orina, para que la vejiga los almacene y en su momento los excrete.



         El “sistema Aire/Agua Norte” acoge la nota SOL que fortalece la sagrada voluntad de ser.
         En Cheroqui “agua” es “ama” y significa también conciencia. Cuando comprendemos las propiedades purificadoras del agua podemos limpiar los obstáculos que se interponen en las relaciones con uno mismo, con  los demás y con la Tierra. El primer paso es apaciguar todos los pensamientos, actos y sentimientos que oscurecen nuestra noción de las relaciones o nuestra capacidad de ver con claridad y de actuar de forma responsable. El apaciguamiento de las emociones que implican desorden se alcanza perdonándose a uno mismo y a los demás por cuanto podía haber sido, podría haber sido y debería haber sido, y permitiendo que la mente-agua del perdón  arrastre fuera de nosotros todo el lastre de las emociones no exteriorizadas.
         El apaciguamiento de las emociones (no el negarlas o suprimirlas) exige una comunicación con las corrientes de sentimiento existentes en la vida de cada persona. Observando las emociones y las pautas que las originan, podemos reaccionar sin dejarnos arrastrar por ellas. Percibimos así las emociones del temor,  la cólera o la envidia como ondas que agitan la superficie del torrente, producidas por vientos de confusión. La mente dedicada a actos provechosos calma estos vientos.

         Finalmente decir que el sabor asociado a este “sistema Aire/agua” es lo salado; además de conservar estimula la digestión, realzando el sabor de los alimentos con lo que se inicia pronto el flujo de saliva y jugos estomacales ejerciendo a través del paladar un efecto parasimpático por anticipación y/o sensación de placer. En exceso supera los sabores y resulta nocivo al organismo. La sal se fija a las moléculas de agua haciendo más pesados los tejidos, con lo cual densifica el cuerpo. El exceso de sal libera líquidos produciendo hipertensión; puede producir inflamaciones de la piel, acné y exceso de calor. La sal crea tolerancia, por lo que hay que añadir más para notarla; por eso los alimentos salados se asocian con las ansias y los deseos compulsivos. Estas ansias, deseos y rutinas compulsivas son combatidas por el ánimo del guerrero con su impecabilidad y su poder.

         En invierno el cuerpo pide alimentos contractivos, que generan energía interior como son las carnes (buey, cordero, pollo etc.), quesos curados , bulbos, tubérculos y frutos secos.  No olvidemos que especialmente unido a esta  estación puede sernos muy útil la alimentación con algas marinas.

         A nivel alimenticio un exceso de sal en la dieta, mucha carne (por lo que lleva de restos hormonales con las emociones del sacrificio) o complementos minerales excesivos pueden alterar y bloquear la energía renal y así acentuar el sentimiento de temor o también esconderlo por sobreestimulación reactiva en actitudes temerarias (contrafóbicas) que se refuerzan con la gran producción de adrenalina suprarrenal.



          Si queremos renacer en nuestro ser el sentido espiritual de la vida, debemos empezar a aplicarlo en nuestro hogar. Debemos empezar a aplicar la medicina de la Sagrada Rueda Medicinal. Y el Invierno  es un buen momento para iniciarlo, celebrando el nacimiento del niño dios en el solsticio y viéndole lentamente crecer. El mejor modo de hacerlo es contactar con nuestro sentido existencial el Sol Interior que luce en nuestros corazones aunque el exterior sea oscuro y frío, involucrando a los niños en el misterio del renacer de la vida con la Abuela y Madre Tierra representada por la propia rueda.


Ernesto Cabeza Salamó

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